Desde el Gobierno se remarcó que el cumplimiento de la meta fiscal es fundamental para sostener el programa económico y garantizar el acceso a financiamiento internacional. En ese sentido, se espera que el FMI evalúe positivamente los resultados y habilite nuevos desembolsos en las próximas semanas.
Sin embargo, economistas advierten que el ajuste tiene efectos sobre la actividad económica y el empleo, por lo que será clave monitorear el impacto social de las medidas. El desafío del Gobierno será mantener el equilibrio fiscal sin profundizar la recesión ni deteriorar los indicadores sociales.
Con este resultado, Argentina se posiciona más cerca de cumplir con los compromisos asumidos ante el FMI, en un contexto de alta exigencia financiera y presión inflacionaria. El superávit de septiembre se convierte así en un dato relevante para la hoja de ruta económica del país.