“La nueva concesionaria del aeropuerto ha establecido una tasa adicional de 12 dólares por persona, tanto a la ida como a la vuelta, si el pasajero tiene conexión. Esto no ocurre en otros aeropuertos del mundo y coloca a Lima en una situación de desventaja competitiva”, explicó Amaya.
El funcionario subrayó que el gobernador Jaldo actuó con rapidez, enviando la nota al gobierno peruano y comunicándose también con autoridades nacionales argentinas, como el ministro del Interior,
Diego Santilli, y el secretario de Ambiente, quienes expresaron su apoyo y se comprometieron a gestionar el tema en instancias diplomáticas. “El gobernador tomó el tema con gran preocupación y se ocupó personalmente. Eso muestra la importancia estratégica de esta conexión para la provincia”, enfatizó Amaya.
Según Amaya, el 70% de los pasajes para los vuelos
Lima–Tucumán entre diciembre y febrero ya están vendidos, lo que refleja la fuerte expectativa por esta conexión internacional. Sin embargo, advirtió que el sobrecosto podría impactar directamente en los pasajeros: “Una familia de cuatro personas podría pagar cerca de 100 dólares más solo por usar Lima como conexión”, detalló.
El Gobierno tucumano espera una resolución urgente por parte del Ejecutivo peruano, confiando en la “reciprocidad y la voluntad de cooperación” entre ambos países. Mientras tanto, el inicio de los vuelos previstos para diciembre permanece en incertidumbre.