La línea blanca lideró el crecimiento en unidades, mientras que los pequeños electrodomésticos mostraron la mayor caída de precios, lo que permitió sostener el volumen de ventas en hogares que priorizaron bienes de menor ticket.
En electrónica de consumo, los televisores bajaron 38% en dólares y 9% en pesos, mientras que los aires acondicionados retrocedieron 39% en dólares y 10% en moneda local. La apreciación del tipo de cambio frente a la inflación amplificó el abaratamiento en dólares.
El aumento de importaciones y la baja de precios presionaron sobre la producción local. Varias empresas redujeron personal y niveles de fabricación. Whirlpool, por ejemplo, cerró su planta de lavarropas en Pilar y mantuvo solo su operación comercial en Argentina. En Tierra del Fuego, pese a ajustes, la fabricación sigue siendo competitiva.