Este lunes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el dato oficial de inflación de junio, en medio de expectativas moderadas por parte del mercado. Según estimaciones privadas, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se habría ubicado entre 1,7% y 2,1%, lo que implicaría una aceleración respecto al 1,5% registrado en mayo, el más bajo en cinco años.
El repunte estaría explicado por el aumento de precios regulados, como combustibles, transporte y prepagas, y por una leve suba en alimentos y bebidas, que habían mostrado una variación mínima el mes anterior. Consultoras como Equilibra, Analytica y C&T coinciden en que el impacto de los precios regulados puso un piso a la inflación, mientras que los estacionales y la inflación núcleo se mantuvieron contenidos.
En la Ciudad de Buenos Aires, el índice local ya marcó una inflación del 2,1%, lo que refuerza la expectativa de un dato nacional en torno al 2%. El relevamiento de precios minoristas también mostró subas destacadas en rubros como educación, bienes varios y alimentos, con aumentos mensuales de hasta 3,4%.
El dato de junio será clave para definir la inflación acumulada del primer semestre, que impactará en la actualización de escalas del monotributo, deducciones del impuesto a las ganancias y otras variables fiscales. Además, marcará el ritmo del proceso de desinflación que el Gobierno busca consolidar en la segunda mitad del año.
Aunque el número oficial se conocerá a las 16 horas, el consenso entre analistas es que la inflación sigue desacelerando, aunque con oscilaciones mensuales esperables en un contexto de ajuste de precios relativos. El desafío será sostener esa tendencia sin afectar el nivel de actividad ni el poder adquisitivo.