Los firmantes —Álvaro Apud, María Decoud, Walter Aráoz, Mercedes Moraiz y Rafael Olea— cuestionan la premura del tratamiento y advierten sobre “serias deficiencias jurídicas y técnicas” en el texto que llegó al recinto. En un documento de seis páginas dirigido al presidente del Concejo, Javier Jantus, señalan que muchas observaciones no fueron incorporadas y que hubo fallas en el trabajo de comisiones y en las notificaciones formales.
El COU fue elaborado durante dos años por una comisión técnica, pero los opositores consideran que el proceso fue interrumpido de forma “ilógica” y que la versión actual contiene puntos confusos. Entre las críticas, destacan que se favorece a emprendimientos comerciales por sobre desarrollos residenciales, y que las exigencias para urbanizaciones especiales son más severas que para barrios cerrados.
Desde la presidencia del Concejo, Jantus reconoció que aún no hay fecha definida para la sesión especial, pero defendió el trabajo realizado: “Se trabajó mucho en el COU y la diversidad de miradas está siendo considerada para lograr el mejor dictamen posible”.
El debate sobre el ordenamiento urbano no solo pone en juego el modelo de ciudad, sino también la transparencia institucional y la participación ciudadana. La postergación podría abrir una nueva etapa de revisión técnica y política, clave para garantizar un marco normativo legítimo y sostenible.