El trabajo por la ley de dislexia, que permitió que muchas personas pudieran terminar sus estudios. “Esas cosas me emocionan. Escuchar a una chica decirme que terminó la facultad gracias a una ley que impulsamos me confirma que vale la pena”, dijo con emoción.
“Soy tucumana, mujer, contadora, asesora legislativa. Me encanta hacer territorio, maquillar, andar en bici. Soy una persona común con una vocación política muy fuerte”, se definió. Y en su otra faceta como maquilladora profesional dijo: “El maquillaje me conecta con la gente, es mi trabajo feliz. Lo hago los fines de semana. Si llego al Congreso, tendré que dejarlo, pero siempre lo llevaré en el corazón”. También dijo que usa sus conocimientos contables en la Comisión de Hacienda: “Casi todo proyecto tiene números detrás. Salvo los beneplácitos”, bromeó.
Antes de cerrar la entrevista, dejó un mensaje a la ciudadanía: “Que la gente se informe, que escuche radios como esta, que conozca las propuestas. No todos los políticos son iguales. Hay una nueva generación con ganas, con valores y con proyectos. Yo estoy acá para eso. Creo que con Roberto Sánchez podemos marcar una diferencia. No venimos con slogans vacíos. Queremos una política seria, humana, cercana a los tucumanos”, concluyó.
Una entrevista sin maquillaje —o solo con un poco de polvo, como ella misma dice—, que mostró a una joven política que no le teme a las definiciones ni a los desafíos. Micaela Viña quiere llegar al Congreso con un objetivo claro: hacer una política más cercana, más honesta y más útil para los tucumanos.