El proyecto establece que los celulares y dispositivos móviles solo podrán ser utilizados en el marco de las funciones propias del servicio —por ejemplo, para comunicaciones oficiales— y no para actividades de uso personal como redes sociales, juegos, navegación en internet o mensajería privada.
Romano Norri destacó que la medida no pretende restringir derechos, sino garantizar “una policía más atenta, profesional y preparada para actuar ante cualquier situación”. En ese sentido, sostuvo que la iniciativa busca “ordenar y dar un marco claro al uso de la tecnología durante el cumplimiento del deber”.
De aprobarse, la normativa obligaría a las fuerzas policiales a adecuar sus reglamentos internos y aplicar sanciones en caso de incumplimiento.
El parlamentario también impulsó un proyecto de resolución para que los policías usen cámaras en el cuerpo en los procedimientos cotidianos, como utilizan distintas fuerzas de seguridad del mundo.