Con una narrativa directa, llena de datos, ironías punzantes y referencias a la historia reciente,
ofreció un retrato descarnado del momento político actual. Desde el escándalo de corrupción que involucra al entorno presidencial, hasta las internas tucumanas, el resurgir del peronismo local y la fragilidad discursiva de la Libertad Avanza, todo fue puesto bajo la lupa.
Coronel comenzó su intervención en el programa que conduce
Gustavo Masa con una reflexión semántica: “¿Qué es realmente la casta?”. Según explicó, se trata de una élite política que acumula poder de forma hereditaria, excluyente y desconectada de las mayorías. “No son los jubilados, ni las personas con discapacidad, ni los trabajadores. La casta son ellos: los que manejan todo desde arriba”, lanzó.
Y no se quedó allí. Con precisión, estableció un patrón: “Curiosamente, todos estos exponentes de la ultraderecha que dicen luchar contra la casta, tienen apellidos que empiezan con M: Martínez de Hoz, Menem, Macri, Milei”. Con esto, dejó en evidencia la contradicción central del discurso mileísta: quienes hoy prometen combatir a la casta, forman parte de su núcleo más rancio, enriqueciéndose ellos y empobreciendo al pueblo. La M de miseria, de mentira, de mafia”.
Uno de los puntos más duros del análisis fue la mención al caso Diego Spagnuolo, ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), echado de su cargo por el gobierno libertario al conocerse audios filtrados donde expuso una supuesta cadena de retornos millonarios ligados a la venta de medicamentos, donde incluye a Karina Milei, Martín Menem, Lule Menen y la droguería Suizo Argentina.“¿Casualidad?. El mismo día que el Congreso le daba la espalda al veto de Milei sobre la ley de discapacidad, se filtra este audio donde se habla de coimas millonarias. Gente en sillas de ruedas y jubilados llorando por 100 mil pesos, mientras otros se reparten retornos de un millón de dólares. Eso no es solo corrupción: es crueldad”.
El escándalo fue tan profundo que incluso periodistas tradicionalmente alineados con el gobierno, como Eduardo Feinmann y Jonatan Viale, decidieron marcar distancia.
“Cuando Viale corta al aire a Milei en plena cadena, está diciendo: ‘Yo no me ensucio con esto’. Cuando Feinmann habla de ‘game over’, y si Spagnuolo es arrepentido, es porque adentro saben que la bomba explotó”, comentó Coronel, subrayando la magnitud de la crisis. Y Enfatizó; No es C5N, no es Página 12, no es el cuco K. Son ellos. Porque ya no hay cómo justificar semejante descomposición ética en apenas 1 año y 8 meses de gobierno”.
Coronel se detuvo especialmente en el rol de Karina Milei, y recordó que la revista Noticias la bautizó en su tapa “
Karina La Cajera”. “Cada vez que aparece Karina, aparece un negocio. Una designación, una adjudicación, un retorno. ¿No era que venían a cambiar la política? La única diferencia es que ahora los negocios los hacen en nombre de la libertad”.
Tras repasar el escenario nacional, Coronel volvió la mirada hacia
Tucumán. En una semana marcada por movimientos intensos del peronismo, Destacó la figura de
Osvaldo Jaldo, quien reunió a toda la estructura peronista en un acto clave y planteó un panorama claro: el peronismo tucumano muestra signos de cohesión y reagrupamiento político, mientras que la oposición se fragmenta entre libertarios, radicales y busistas que intentan capitalizar el descontento sin rumbo definido.
En paralelo, informó sobre la habilitación judicial para que La Libertad Avanza compita en las elecciones de Alberdi, aunque advirtió que aún no tienen candidato confirmado.
Sobre los candidatos libertarios en Tucumán, Coronel comentò que tanto Federico Pelli como Soledad Molinuevo, hermana del intendente de Concepción, viajaron a Buenos Aires a sacarse fotos para la campaña con el presidente, su hermana, Bullrich, y el resto de candidatos de todo el país.
También interpretó un cambio de eje discursivo en
Roberto Sánchez, quien ya no centra sus críticas en el mileísmo, sino en el propio Jaldo: “Sánchez eligió rival y no es Milei, es Jaldo. Lo dejó claro en su intervención en Diputados, cuando planteó una cuestión de privilegio contra el gobernador. Porque entiende que el verdadero poder en Tucumán no lo tiene la motosierra, lo tiene la gestión territorial”.
El otro hecho destacado fue la votación conjunta de los cinco diputados peronistas tucumanos a favor de la ley de financiamiento universitario, un gesto que Coronel leyó como síntoma de una nueva etapa de unidad en el PJ.
“Fernández, Mansilla, Medina, Yedlin y Cisneros se pusieron del mismo lado. Eso no es menor. Indica que hay una reconfiguración interna en el peronismo tucumano. La universidad puede ser el eje de un nuevo consenso”.
Al referirse al financiamiento universitario,
José Hugo Saab, secretario de la UNT, le recordó a
Mariano Campero que es un egresado de la casa. ¿En caso de un nuevo veto de Milei?, ¿se va a poner del lado del presidente o de la universidad pública que lo formó?.
En términos estructurales, Coronel dividió la oferta electoral de Tucumán en tres bloques:
Izquierda: Política Obrera (Raquel Grassino), el Frente que lidera Alejandra Arreguez y el Partido del Trabajo y del Pueblo con Sebastián Solís.
Ultraderecha/Derecha: La Libertad Avanza, Fuerza Republicana y CREO.
Centro / Centro-derecha: Peronismo (Jaldo), Radicalismo (Sánchez) y Pueblo Unido (Bellomio).
La editorial de Miguel Coronel fue más que un repaso: fue un llamado de atención. “Esto no es un problema de partidos. Es un problema de prioridades. De valores. De dignidad. Hay personas que se están robando millones, mientras otras luchan por medicamentos, por una pensión, por estudiar. Esto no puede seguir así”.
Y lanzó una advertencia final: “La justicia deberá actuar, y nosotros no debemos olvidar. Porque cuando naturalizamos la corrupción, dejamos de ser una sociedad y pasamos a ser un mercado de carne humana”, finalizó.
La participación de Miguel Coronel no fue sólo una editorial. Fue un llamado a la conciencia política, un ejercicio de memoria, y un diagnóstico crudo del presente, tanto en Tucumán como en el país. Con valentía, ironía y datos duros, dejó una marca en el aire del sábado.
No es solo un análisis: es una denuncia pública que exige respuestas.