A partir de junio de 2025, los jubilados y pensionados de Argentina recibirán un aumento del 2,8% en sus haberes, en línea con la inflación de abril registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este ajuste responde a la fórmula de movilidad establecida por el gobierno de Javier Milei, que determina actualizaciones mensuales en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de dos meses previos.
Con esta actualización, la jubilación mínima pasará de $296.396 a $304.695,08, mientras que la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) se elevará a $243.756,06. Además, las Pensiones No Contributivas (PNC) aumentarán a $213.286,5, reflejando el impacto de la nueva fórmula de movilidad.
Para los jubilados que perciben el haber mínimo, el gobierno mantendrá el bono previsional de $70.000, lo que elevará el monto total a $374.695,08. Este refuerzo busca compensar la pérdida de poder adquisitivo y garantizar un ingreso más estable para los sectores más vulnerables.
Además del aumento, en junio los jubilados recibirán el medio aguinaldo, lo que representará un alivio financiero adicional. La medida afecta a más de 6 millones de beneficiarios, de los cuales el 52% cobra la jubilación mínima.
El ajuste también impactará en otras asignaciones familiares, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), que se elevará a $109.519,01, y la Asignación por Embarazo para Protección Social (AUE), que tendrá el mismo valor.
Si bien el incremento responde a la inflación, algunos sectores advierten que la fórmula de movilidad no logra compensar completamente la pérdida de poder adquisitivo acumulada en los últimos meses. La discusión sobre la sostenibilidad del sistema previsional y la necesidad de reformas estructurales sigue en el centro del debate político y económico del país.